RE: Management matters: exploring the link between management models and the use of evaluations | Eval Forward

Gracias Ibtissem por plantear este interesante tema de debate.

Como evaluadora externa, mi contribución a este tema de debate es la siguiente

Estoy de acuerdo con usted en que "la calidad de una evaluación no depende únicamente de los conocimientos técnicos del equipo de evaluación independiente; una gestión eficaz de la evaluación también es fundamental para su éxito".  Con el objetivo de garantizar la validez y fiabilidad (por mencionar algunas) de los resultados de las evaluaciones, las Oficinas de Evaluación Independientes de los organismos de desarrollo suelen establecer marcos de evaluación que proporcionan un enfoque estructurado para gestionar las evaluaciones y garantizar la coherencia entre los diferentes proyectos. Para llevar a cabo evaluaciones eficaces, las Oficinas de Evaluación Independientes encargan a evaluadores externos unos términos de referencia claros y asignan a un gestor de evaluación de su oficina con un mandato claro. Ahora la cuestión central es: ¿cómo deben el equipo de evaluación independiente y el gestor de evaluación asumir eficazmente sus respectivas funciones y responsabilidades durante el periodo de evaluación? De este modo se garantiza que los resultados de la evaluación sean de alto nivel, creíbles y fiables para el camino a seguir y la toma de decisiones. 

1. Participación de los responsables de evaluación: La participación de los responsables de evaluación en todas las fases de la evaluación debe calibrarse estratégicamente de acuerdo con su mandato, funciones y responsabilidades establecidas por la Oficina de Evaluación Independiente. De este modo, se puede preservar la independencia de las evaluaciones.  Lo que se requiere de ellos es que empleen eficazmente enfoques apropiados para gestionar el proceso de evaluación, que son indispensables para obtener resultados de evaluación de calidad, de alto nivel y creíbles. De hecho, es muy importante que las funciones y las responsabilidades de los responsables de la evaluación se comuniquen claramente al equipo de evaluación externa desde el principio, para evitar confusiones (aunque, con bastante frecuencia, esta comunicación se pasa por alto).  En conclusión, creo firmemente que si el equipo de evaluación y los responsables de evaluación realizan un buen trabajo de acuerdo con su mandato, los resultados de la evaluación suelen ser de alta calidad. 

2. Papel de los responsables de evaluación: Como se ha señalado en la sección anterior, creo que el papel de un responsable de evaluación no debe abarcar la participación activa como miembro del equipo, en cualquier grado, independientemente de sus conocimientos técnicos pertinentes. En realidad, a mi entender, el papel y la responsabilidad del responsable de la evaluación no se limitan a supervisar. Existen diversos enfoques desarrollados por las Oficinas de Evaluación Independientes que el gestor de la evaluación debe emplear eficazmente, sin los cuales las conclusiones del equipo de evaluación externa no pueden ser de alto nivel (se puede hacer referencia a los diversos enfoques desarrollados por las Oficinas de Evaluación Independientes para gestionar la evaluación).  No veo ventajas significativas en incluir la participación activa como miembro del equipo en la función de los gestores de la evaluación. Las desventajas incluyen: (i) podría haber conflicto de intereses/prejuicios, ya que proceden de la misma organización; (ii) es posible que no se preserve la independencia de la evaluación; y (iii) su participación activa puede dar lugar a una falta de concentración en su propio mandato, lo que puede afectar a la calidad de los resultados de la evaluación. 

3. Colaboración con los responsables de la evaluación: Como evaluadora externa, mi visión y experiencia a este respecto es que suele haber colaboración con los gestores y funciones de evaluación. Los diversos enfoques empleados por los gestores de evaluación han sido muy útiles para realizar un trabajo de evaluación de calidad. Sin duda, su participación ha mejorado normalmente la pertinencia y utilidad de las pruebas para los procesos de toma de decisiones (se puede hacer referencia a los diversos enfoques desarrollados por las Oficinas de Evaluación Independientes para gestionar las evaluaciones, que están documentados en las Oficinas de Evaluación Independientes). Creo firmemente que la colaboración con los gestores de la evaluación, siempre que éstos asuman eficazmente sus funciones y responsabilidades, es una obligación, y no una opción, para obtener resultados de evaluación creíbles y de calidad.

Saludos cordiales,

Hadera Gebru
Addis Ababa, Ethiopia