Muchas gracias por plantear esta cuestión, que tiene tanto el potencial de hacer mucho bien como su contrario.
Mi punto de partida con respecto a la evaluación es muy sencillo: ¿se ha podido/puede alcanzar un conjunto de acciones destinadas a mejorar la vida de un grupo destinatario?
Si la respuesta a esta pregunta es no/marginalmente/parcialmente, el conjunto de acciones emprendidas es de algún modo defectuoso. Sin embargo, tales acciones insatisfactorias pueden dejar tras de sí excelentes autopistas, hospitales especializados, puentes, aeropuertos internacionales, etc.
La evaluabilidad del grado de consecución de algún bien público es extremadamente difícil. Cuando se deciden proyectos, es decir, un conjunto de acciones, rara vez se consulta de manera significativa los deseos reales de un grupo destinatario. E incluso cuando existe un acuerdo general en un grupo destinatario sobre la conveniencia de un objetivo, puede haber desacuerdo sobre cómo puede alcanzarse ese objetivo. A menudo, esto se debe a las normas culturales dominantes en ese grupo social o a la influencia de algún interés creado externo experto en propaganda.
Si el evaluador está dispuesto y es capaz de identificar y calibrar el alcance y la naturaleza de esas tres variables durante la ejecución y la conclusión de un proyecto, es posible emprender ajustes correctivos en el mismo para aumentar su éxito. Es cierto que es difícil, pero si se emprende, al final se beneficiaría a un grupo de personas vivas que no son ni tienen necesidades.
RE: Evaluability Assessments: An invitation to reflect and discuss
Estimada Amy,
Muchas gracias por plantear esta cuestión, que tiene tanto el potencial de hacer mucho bien como su contrario.
Mi punto de partida con respecto a la evaluación es muy sencillo: ¿se ha podido/puede alcanzar un conjunto de acciones destinadas a mejorar la vida de un grupo destinatario?
Si la respuesta a esta pregunta es no/marginalmente/parcialmente, el conjunto de acciones emprendidas es de algún modo defectuoso. Sin embargo, tales acciones insatisfactorias pueden dejar tras de sí excelentes autopistas, hospitales especializados, puentes, aeropuertos internacionales, etc.
La evaluabilidad del grado de consecución de algún bien público es extremadamente difícil. Cuando se deciden proyectos, es decir, un conjunto de acciones, rara vez se consulta de manera significativa los deseos reales de un grupo destinatario. E incluso cuando existe un acuerdo general en un grupo destinatario sobre la conveniencia de un objetivo, puede haber desacuerdo sobre cómo puede alcanzarse ese objetivo. A menudo, esto se debe a las normas culturales dominantes en ese grupo social o a la influencia de algún interés creado externo experto en propaganda.
Si el evaluador está dispuesto y es capaz de identificar y calibrar el alcance y la naturaleza de esas tres variables durante la ejecución y la conclusión de un proyecto, es posible emprender ajustes correctivos en el mismo para aumentar su éxito. Es cierto que es difícil, pero si se emprende, al final se beneficiaría a un grupo de personas vivas que no son ni tienen necesidades.
Salud.
Lal.