¿Puede el pensamiento visual facilitar la evaluación? El enfoque innovador del PMA en los talleres de validación

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©WFP/Yumiko Kanemitsu

¿Puede el pensamiento visual facilitar la evaluación? El enfoque innovador del PMA en los talleres de validación

7 min.

Desde la llegada de Internet, hemos estado viviendo un boom de la información. A medida que crece el volumen de datos del que disponemos, gestionarlo resulta cada vez más difícil, lo que puede llevar a un exceso de información.  

Realizamos muchas evaluaciones y producimos una enorme cantidad de datos cada año. Sin embargo, ¿cuánta información digerimos realmente?

Michael Quinn Patton, fundador y director general de Utilization-Focused Evaluation, sostiene que la tendencia innovadora más destacada entre los principales evaluadores es la creciente importancia de las herramientas visuales. Estos instrumentos -como la animación, la infografía y el uso de registros gráficos para presentar texto e imágenes durante las presentaciones- pueden ayudar a transformar información compleja en “herramientas de pensamiento” más completas. Sin embargo, muchas personas pueden percibir los elementos visuales como de menor importancia, o incluso pueriles. 

Como Oficial de Evaluación Regional del PMA para Asia y el Pacífico, tuve el placer de conocer a Keisuke Taketani -facilitador gráfico- hace dos años con ocasión de la Semana de la Evaluación Asiática. Durante ese encuentro, reflexionamos sobre las posibilidades y desafíos de combinar el pensamiento visual y la facilitación de la evaluación. Al principio, a los colegas y contrapartes gubernamentales les costaba comprender en qué consistía, por qué era importante o qué pretendía el pensamiento visual en los talleres de evaluación. Este enfoque no es nuevo para el PMA. Esta organización ha utilizado dibujos participativos en una evaluación en Colombia y un cómic para explicar su plan estratégico en la República Democrática Popular Lao. Sin embargo, para mucha gente, la utilización del pensamiento visual para facilitar el proceso de evaluación resultaba una experiencia novedosa.

Tras realizar algunas pruebas, el primer taller de validación del pensamiento visual se celebró en noviembre de 2019 en Bangladesh, con ediciones posteriores en 2020 en la República Democrática Popular Lao y Myanmar.

¿Cómo funciona?

Los talleres de validación del pensamiento visual suelen constar de dos sesiones: una a nivel comunitario y otra a nivel nacional. Damos especial importancia a las opiniones de los miembros de las comunidades sobre los resultados de la evaluación y -al mismo tiempo- superamos la falta de comunicación entre los niveles provincial y nacional.

El objetivo general de este enfoque es proporcionar un espacio para el diálogo con ayuda de una presentación y un resumen gráfico. En el proceso, las partes interesadas comprenden, debaten y validan las principales conclusiones de la evaluación. También identifican y priorizan los próximos pasos, a fin de orientar las decisiones del personal directivo.

Los talleres comunitarios reúnen a beneficiarios, funcionarios de gobierno a nivel subnacional, asociados locales y personal de los proyectos. Explicamos las principales conclusiones de la evaluación en el idioma local y -con ayuda de instrumentos visuales y diálogo participativo- los facilitadores de los talleres animan también a los participantes a que den su opinión directamente.

Los resúmenes gráficos y las grabaciones de vídeo dan voz a las comunidades en los talleres nacionales. Los encargados de formular las políticas, los asociados, los donantes y el personal del PMA analizan en estos talleres nacionales los siguientes pasos en términos de prioridades, importancia y viabilidad.

Beneficios del pensamiento visual en los talleres de validación de la evaluación

1) Participación

Los talleres fomentan la participación a diferentes niveles: desde responsables de políticas nacionales a miembros de las comunidades. Su proceso -inclusivo y que tiene en cuenta los aspectos culturales- crea un entorno en el que todos los participantes pueden sentirse seguros para compartir sus puntos de vista.

El facilitador gráfico realiza dibujos que transforman conclusiones y recomendaciones complejas en mensajes concretos y comprensibles. De esta manera contribuye a que tengan significado para los participantes y a facilitar su comprensión.

Por ejemplo, en una evaluación de un programa de alimentación escolar en Bangladesh, algunos padres eran analfabetos. Para asegurarse de que entendían el contenido de la evaluación, los participantes se reunieron en torno a una ilustración a fin de validar las conclusiones. El dibujo allanó los obstáculos para la participación y aumentó el nivel de compromiso y colaboración.

Vea el vídeo (en inglés) 

 

 

2) Visión general

Aunque una buena evaluación se basa en prestar atención a todos los detalles, nunca hay que perderse en ellos. Es importante tener una visión de conjunto y establecer vínculos más generales. El apoyo de un facilitador gráfico plasma diferentes aspectos de un programa -partes interesadas, necesidades y demandas- en una única imagen para que los participantes puedan aclarar las relaciones entre ellos.

En un taller de validación de un proyecto de adquisiciones locales y regionales en la República Democrática Popular Lao, una ilustración plasmó toda una cadena de suministro y las comunidades involucradas. Esto ayudó a los participantes a comprender los retos a los que se enfrentaban los agricultores y los aspectos fundamentales que deberían considerar para proyectos similares en el futuro.

Vea el vídeo (en inglés):

3) Tormenta de ideas para resolver problemas

Los talleres ofrecen un espacio para la reflexión a través del pensamiento visual. Las ilustraciones no solo plasman el contenido explícito de la evaluación, sino también su mensaje implícito: emociones, contexto oculto, sesgos y suposiciones. Se invita a los participantes a que identifiquen qué funcionó bien y qué se puede mejorar, así como a participar en una tormenta de ideas sobre los siguientes pasos. Esto les permite reconsiderar experiencias anteriores de aprendizaje y visualizar todo el potencial de un programa.

4) Comunicación

El resumen visual -condensado en una única página- ha tenido una buena acogida entre donantes y personal directivo. Acompañado de un vídeo de dos minutos de duración, las principales conclusiones de un taller pueden transmitirse con facilidad a las partes interesadas -y a un público más amplio- a través de las redes sociales y el correo electrónico.

Siguientes pasos

Los talleres de validación del pensamiento visual se basan en la técnica de facilitación gráfica. La facilitación se puede utilizar en diferentes fases de la evaluación: desde la determinación del alcance al diseño, la validación o la difusión. Encontrará más detalles en el artículo Why use facilitation in evaluation? de este blog. Estamos planificando el próximo taller de pensamiento visual con el fin de tratar la recopilación y validación de datos de referencia.

Estamos estudiando también la posibilidad de realizar talleres virtuales. En plena pandemia de COVID‑19, la oficina del PMA en Myanmar contribuyó a organizar un taller con herramientas gráficas virtuales de colaboración. El debate contó con un gran nivel y la reunión fue productiva. Al principio, los participantes se mostraron escépticos sobre el taller de validación en línea. Sin embargo, se demostró que -con ayuda de la tecnología y buena preparación- podía ser una experiencia valiosa. Además, este enfoque redujo el coste del taller de manera significativa. El desafío principal de los talleres virtuales radica ‑actualmente- en cómo involucrar a las comunidades. Estamos explorando nuevos avances tecnológicos que faciliten esta participación.

Vea el vídeo (en inglés):