RE: A lack of learning in the monitoring and evaluation of agriculture projects | Eval Forward

Gracias a todos por dedicar vuestro tiempo a compartir vuestras experiencias y puntos de vista. Basándome en sus comentarios, publicaré algunas conclusiones y consejos cuando se cierre el debate la semana que viene. 

Mientras tanto, quería dar algunas respuestas iniciales extraídas de vuestros comentarios.

1. El truco para que el seguimiento sea útil es no dejarlo en manos de personas que no sean jueces naturales del rendimiento, ya sean empleados de organismos donantes o sus agentes. Personas que se desenvuelven con facilidad en el desarrollo de marcos y teorías del cambio, utilizan un lenguaje excesivamente complicado y están versadas en toda una serie de metodologías en las que insiste el donante. Es comprensible que esto desanime a muchos miembros del equipo y directivos. Parece aburrido y oneroso. Tanto es así que, para algunos, ni siquiera está claro que se trate de una profesión. ¿Quizás el seguimiento no sea más que un proceso de aprendizaje artificial propio de la ayuda al desarrollo?

2. La moda de añadir más letras al acrónimo M&E, como L - Aprendizaje, A - Responsabilidad, R - Resultados, parece ser más por afecto que por efecto. Yo, como algunos de ustedes, me pregunto por qué algunos consideran esto revelador o útil. Define la fatuidad en la que algunos de nosotros nos afanamos.

3. También distrae de la característica más importante que muchos de ustedes señalan. Escuchar y aprender de los que más importan: los clientes o beneficiarios finales. Ellos son también los expertos. Con demasiada frecuencia, sus voces y objetivos se ven desplazados por los de los donantes, que suelen establecerse en marcos lógicos o de resultados. La rendición de cuentas a los donantes, y no a los beneficiarios, parece ser más habitual de lo que cabría esperar o desear, y al ser así resulta gravosa para otras partes interesadas.

4. Como algunos de ustedes han mencionado, el resultado inevitable es un cúmulo de cifras y comparaciones que aportan poca información sobre el rendimiento. Algunas incluso exigen suspender la creencia dados los periodos típicos de aplicación. Más bien suelen utilizarse para justificar la inversión ante los donantes, e incluso pueden ofrecer una imagen distorsionada de la realidad. Superar las cifras del año pasado no es el objetivo.

5. Los gestores deben responsabilizarse del seguimiento: encontrar medidas, tanto cualitativas como cuantitativas, que vayan más allá del presupuesto actual y los resultados anteriores y planteen preguntas. Preguntas que revelen respuestas que ayuden a determinar cómo el programa o proyecto puede sintonizar y responder mejor para "aterrizar" mejor o ser aceptable para los clientes beneficiarios en el futuro.  

Muchas gracias de nuevo y, por favor, si hay más contribuciones o respuestas a lo anterior...

Con mis mejores deseos y buenos fines de semana,

Daniel