RE: How are we progressing in SDG evaluation? | Eval Forward

Estimada Emilia,

Gracias por plantear esta discusión. He leído las contribuciones con interés y me gustaría añadir otra perspectiva. La discusión que propones sobre prácticas concretas de evaluación me hizo reflexionar sobre la profundidad y amplitud de prácticas relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 

En mi trabajo como revisora externa de evaluaciones para diferentes organizaciones y evaluadora en metaevaluaciones, evaluaciones a nivel institucional en organizaciones nacionales y multilaterales y síntesis de evaluaciones, leo con detalle o participo en la elaboración de al menos cien informes de evaluación al año. Las aportaciones a esta discusión proporcionan algunos ejemplos punteros y muy valiosos de buenas prácticas de evaluación de los ODS, pero tampoco deberíamos pasar por alto prácticas menos visibles que también están contribuyendo a estos objetivos. 

Para ilustrarlo, podemos pensar en un atolón, un iceberg o una cadena montañosa. Las puntas son visibles, pero debajo hay masas conectadas con los picos. Esto me ha llevado a considerar tres puntos fundamentales, aunque no me cabe duda de que hay más.

Más allá de los ODS

Los ODS no son algo aislado. Se definieron como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con el fin de transformar nuestro mundo. Los ODS son sólo banderas en el camino hacia una cumbre más importante. No son los únicos procesos que contribuyen al desarrollo sostenible, pero ayudan a centrar la atención. La tendencia a poner el foco en las escasas “evaluaciones de los ODS” no tiene en cuenta el número creciente de evaluaciones que surgen en países y organizaciones en relación con la labor estratégica desarrollada por medio de respuestas nacionales e institucionales a los compromisos de la Agenda 2030. Estas respuestas se reflejan en planes nacionales de desarrollo, cambios institucionales, transiciones a enfoques multisectoriales de los ODS o enfoques más participativos, por citar algunas influencias de la labor de evaluación. Un ejemplo es la Red de Evaluación del Desempeño de Organizaciones Multilaterales (MOPAN), que ha incorporado la evaluación de la medida en que esta organización multilateral —financiada por sus 22 países miembros— ha modificado su estrategia y sistemas en relación con su mandato para alinearse con la Agenda 2030. La organización utiliza estas evaluaciones para considerar mejoras estratégicas y sistemáticas en línea con la Agenda 2030 y otros compromisos globales.

Más allá de los indicadores de los ODS

A medida que los países y las organizaciones cambian, algunos de ellos (p. ej. Ghana, Nepal y muchos otros) y numerosas entidades a todos los niveles han integrado los indicadores de los ODS en sus planes y han reconocido otros factores culturales y nacionales importantes. Esto ha dado lugar a un conjunto de indicadores relevantes para diferentes contextos. Tal y como sostiene Ram con tanta claridad, estos procesos son ahora habituales. Por tanto, podemos profundizar en ellos e ir más allá. Los exámenes nacionales voluntarios son sólo una parte del proceso. Los efectos de los indicadores de los ODS son sólo una parte visible de todo los que se está haciendo para lograr estos objetivos. Algunas de las evaluaciones que leo están claramente vinculadas a la respuesta a los ODS, pero puede que apenas mencionen un vínculo con un ODS específico. Sin embargo, constituyen —en su conjunto— una labor valiosa para avanzar en el cumplimiento de la Agenda 2030.

Más allá del sector de la evaluación. El trabajo que se ha realizado por medio de conferencias sobre capacidades nacionales de evaluación y otras iniciativas de desarrollo de capacidades de evaluación han fomentado éstas, ampliándolas y extendiéndolas a otros sistemas nacionales y subnacionales y a contextos locales. Si suscribimos el principio de que las evaluaciones están diseñadas para apoyar la rendición de cuentas y el aprendizaje con el fin de mejorar el diseño, la implementación, el desempeño y los resultados y avanzar así hacia un futuro más sostenible, entonces los efectos de las numerosas evaluaciones que se están llevando a cabo a todos los niveles están contribuyendo a los resultados de la Agenda 2030.

Una visión realista. Los puntos anteriores no pretenden trasladar una visión idealizada, ni dar la sensación de que el sector de la evaluación está avanzando de forma satisfactoria en la evaluación relacionada con los ODS. En el camino hay muchas grietas y fisuras. Algunas áreas están ocultas y otras se desmoronan. Al igual que muchos de vosotros, me decepciona que no se esté haciendo más. Pero no seamos cortos de miras y pensemos únicamente en las evaluaciones de los ODS a gran escala, pasando por alto la gran cantidad de trabajo valioso que se está llevando a cabo.

Un cordial saludo

Dorothy Lucks 

Directora ejecutiva, SDF Global