La evaluación cuestiona el valor de las intervenciones de ayuda. Necesitamos aprovechar toda la utilidad de esta práctica.
Como evaluadores, ¿sabemos qué valor aportamos? La pregunta no es nueva, alimentada por el auge de la “política de la posverdad” (KALPOKAS, 2019). A pesar de los numerosos debates sobre la pertinencia y utilidad de las evaluaciones, este asunto sigue abierto y merece nuestra atención.