Al repasar las diversas contribuciones a este importante debate, observo cómo a menudo el problema se centra en los recursos financieros. Creo que esto es a menudo crítico, pero debe considerarse en el contexto económico general de la mayoría de los países beneficiarios. Al examinar el entorno económico general de los países beneficiarios, los definí como económicamente reprimidos. Es decir, que atienden a una población mayoritariamente empobrecida que destina hasta el 80% de los ingresos o de la producción agrícola a las necesidades alimentarias esenciales de la familia. Esto deja muy pocos ingresos discrecionales para comprar otros bienes necesarios y formar una base fiscal que proporcione los ingresos del gobierno para apoyar los servicios gubernamentales. Sin impuestos no hay servicios. Así, la mayoría de las administraciones públicas de los países de acogida apenas pueden proporcionar prestaciones al personal en términos de salarios, jubilaciones, asistencia sanitaria y posible vivienda a los funcionarios. Esto deja pocos o ningún fondo para los costes operativos, como los viajes a los lugares de trabajo para realizar un análisis de seguimiento y evaluación de los proyectos. Por lo tanto, no les queda más remedio que confiar en las experiencias de referencia sobre la eficacia de diversas innovaciones, que pueden ser o no precisas, o incluso más propagandísticas que analíticas. Además, con estas restricciones financieras, quizá sea mejor dar por supuesta la eficacia y utilizar los escasos recursos financieros para promover otras innovaciones. Por favor, revise las siguientes páginas web (en inglés):
RE: Monitoring and evaluation: is this the perfect combination to meet the needs of decision-makers?
Al repasar las diversas contribuciones a este importante debate, observo cómo a menudo el problema se centra en los recursos financieros. Creo que esto es a menudo crítico, pero debe considerarse en el contexto económico general de la mayoría de los países beneficiarios. Al examinar el entorno económico general de los países beneficiarios, los definí como económicamente reprimidos. Es decir, que atienden a una población mayoritariamente empobrecida que destina hasta el 80% de los ingresos o de la producción agrícola a las necesidades alimentarias esenciales de la familia. Esto deja muy pocos ingresos discrecionales para comprar otros bienes necesarios y formar una base fiscal que proporcione los ingresos del gobierno para apoyar los servicios gubernamentales. Sin impuestos no hay servicios. Así, la mayoría de las administraciones públicas de los países de acogida apenas pueden proporcionar prestaciones al personal en términos de salarios, jubilaciones, asistencia sanitaria y posible vivienda a los funcionarios. Esto deja pocos o ningún fondo para los costes operativos, como los viajes a los lugares de trabajo para realizar un análisis de seguimiento y evaluación de los proyectos. Por lo tanto, no les queda más remedio que confiar en las experiencias de referencia sobre la eficacia de diversas innovaciones, que pueden ser o no precisas, o incluso más propagandísticas que analíticas. Además, con estas restricciones financieras, quizá sea mejor dar por supuesta la eficacia y utilizar los escasos recursos financieros para promover otras innovaciones. Por favor, revise las siguientes páginas web (en inglés):
https://agsci.colostate.edu/smallholderagriculture/financially-suppress…;
https://agsci.colostate.edu/smallholderagriculture/financially-stalled-…;
Gracias