Gracias Yosi por plantear este tema de discusión, sin duda importante y de actualidad.
Según mi experiencia en la evaluación y preparación de proyectos de desarrollo (relacionados con la agricultura, la ganadería y la ordenación de recursos naturales), éstos suelen incorporar un conjunto de indicadores, que pueden ser directos o indirectos. Durante la evaluación de proyectos de desarrollo, los evaluadores reciben un mandato para valorar el éxito de éstos. Los indicadores incluidos en el documento del proyecto y sus respectivos medios de verificación constituyen la base fundamental de la labor de evaluación. El tipo/la naturaleza del proyecto de desarrollo (p. ej. climáticamente inteligente o respetuoso con el medio ambiente) determina el nivel de contribución de éste a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos.
Por tanto, en la fase de evaluación de un proyecto de desarrollo, creo que los evaluadores dependen principalmente de los indicadores ya incorporados en éste. Así pues, las preguntas serían: ¿se prestó la debida atención a preparar e implementar proyectos climáticamente inteligentes ante la amenaza del cambio climático?; y ¿qué indicadores se utilizan/pueden utilizar para medir la contribución de los proyectos a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos?
Desde hace 10-15 años, los asociados en el desarrollo —incluidas instituciones financieras a todos los niveles (nacional, regional e internacional)— son más conscientes y están mejor informados sobre la amenaza que supone el cambio climático. Saben que este fenómeno es real, si bien es cierto que con niveles diferentes de sensibilización/conocimiento.
En este sentido, creo que las partes implicadas en el desarrollo (p. ej. la FAO) han realizado esfuerzos considerables a fin de identificar, facilitar y promover/ampliar prácticas agrícolas/ganaderas/pesqueras climáticamente inteligentes para la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. Hoy en día y, cuando las circunstancias así lo permiten, los proyectos de desarrollo deben ser climáticamente inteligentes. Es decir, han de contribuir a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. Dicho lo cual, ¿cómo se puede medir entonces la contribución de los proyectos de desarrollo climáticamente inteligentes a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos? ¿Qué tipo de indicadores se pueden utilizar/se han utilizado: directos o indirectos?
Mi experiencia. Mencionaré una evaluación en la que participé: la del “Proyecto nacional de desarrollo ganadero en Etiopía”, cuidadosamente diseñado para ser climáticamente inteligente/respetuoso con el medio ambiente. Entre otras cosas, este proyecto ha utilizado diferentes prácticas climáticamente inteligentes para superar/paliar la escasez de pienso. Durante la fase de preparación se puso de relieve la importancia de reducir la emisión de los principales gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, óxido nitroso y metano) mediante el uso de prácticas climáticamente inteligentes, y cumplir al mismo tiempo el objetivo del proyecto. Se llevaron a cabo diferentes actividades para mejorar la escasez de pienso. Entre ellas:
Producción doméstica de forraje (gramíneas perennes y leguminosas)
Indicador(es): número de agricultores que practican el cultivo doméstico de forraje; tasa de adopción (%); rendimiento del forraje producido.
Cultivo de pastos con gramíneas perennes y leguminosas y plantación de árboles forrajeros
Indicador(es): Superficie de los pastos sembrados; rendimiento del forraje producido; número de comunidades que cultivan pastos; tasa de adopción (%).
Rehabilitación de pastos por medio de la siembra de leguminosas
Indicador(es): superficie de los pastos rehabilitados; rendimiento de los pastos producidos.
Siembra intercalada de cultivos con plantas leguminosas para uso forrajero
Indicador(es): superficie de las tierras de cultivo en las que se practica la siembra intercalada; número de agricultores que practican la siembra intercalada en sus tierras de cultivo; rendimiento del forraje producido; tasa de adopción (%).
Cultivo en hileras (es decir, plantación de árboles forrajeros en tierras de cultivo)
Indicador(es): número de árboles forrajeros plantados; número de agricultores que plantan árboles forrajeros en sus tierras de cultivo; tasa de adopción (%); y rendimiento del forraje producido.
Todo estos indicadores son indicadores indirectos. Se supone que están relacionados con los efectos directos (en este caso, la contribución de las prácticas de mejora de la escasez de pienso a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos). Se considera que todas estas prácticas de mejora contribuyen a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. Entre otras cosas, ayudan a:
Reducir la emisión de dióxido de carbono de los suelos gracias a la vegetación.
Capturar dióxido de carbono de la atmósfera mediante el proceso de fotosíntesis de las plantas.
Enriquecer la materia orgánica del suelo y ampliar las reservas de carbono.
Mejorar la disponibilidad/producción de pienso/forraje durante todo el año y, por tanto, minimizar el sobrepastoreo (que contribuye a incrementar las emisiones de carbono).
Incrementar la fertilidad del suelo de las tierras de cultivo y, por tanto, mejorar la producción de cultivos gracias a la siembra de leguminosas en dichas tierras. A su vez, esto contribuye a mejorar la seguridad alimentaria y reduce la degradación de los recursos naturales causada por la escasez de alimentos.
RE: How are development projects affecting the environment and how do we evaluate this impact?
Mi contribución a la discusión en curso:
Gracias Yosi por plantear este tema de discusión, sin duda importante y de actualidad.
Según mi experiencia en la evaluación y preparación de proyectos de desarrollo (relacionados con la agricultura, la ganadería y la ordenación de recursos naturales), éstos suelen incorporar un conjunto de indicadores, que pueden ser directos o indirectos. Durante la evaluación de proyectos de desarrollo, los evaluadores reciben un mandato para valorar el éxito de éstos. Los indicadores incluidos en el documento del proyecto y sus respectivos medios de verificación constituyen la base fundamental de la labor de evaluación. El tipo/la naturaleza del proyecto de desarrollo (p. ej. climáticamente inteligente o respetuoso con el medio ambiente) determina el nivel de contribución de éste a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos.
Por tanto, en la fase de evaluación de un proyecto de desarrollo, creo que los evaluadores dependen principalmente de los indicadores ya incorporados en éste. Así pues, las preguntas serían: ¿se prestó la debida atención a preparar e implementar proyectos climáticamente inteligentes ante la amenaza del cambio climático?; y ¿qué indicadores se utilizan/pueden utilizar para medir la contribución de los proyectos a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos?
Desde hace 10-15 años, los asociados en el desarrollo —incluidas instituciones financieras a todos los niveles (nacional, regional e internacional)— son más conscientes y están mejor informados sobre la amenaza que supone el cambio climático. Saben que este fenómeno es real, si bien es cierto que con niveles diferentes de sensibilización/conocimiento.
En este sentido, creo que las partes implicadas en el desarrollo (p. ej. la FAO) han realizado esfuerzos considerables a fin de identificar, facilitar y promover/ampliar prácticas agrícolas/ganaderas/pesqueras climáticamente inteligentes para la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. Hoy en día y, cuando las circunstancias así lo permiten, los proyectos de desarrollo deben ser climáticamente inteligentes. Es decir, han de contribuir a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. Dicho lo cual, ¿cómo se puede medir entonces la contribución de los proyectos de desarrollo climáticamente inteligentes a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos? ¿Qué tipo de indicadores se pueden utilizar/se han utilizado: directos o indirectos?
Mi experiencia. Mencionaré una evaluación en la que participé: la del “Proyecto nacional de desarrollo ganadero en Etiopía”, cuidadosamente diseñado para ser climáticamente inteligente/respetuoso con el medio ambiente. Entre otras cosas, este proyecto ha utilizado diferentes prácticas climáticamente inteligentes para superar/paliar la escasez de pienso. Durante la fase de preparación se puso de relieve la importancia de reducir la emisión de los principales gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, óxido nitroso y metano) mediante el uso de prácticas climáticamente inteligentes, y cumplir al mismo tiempo el objetivo del proyecto. Se llevaron a cabo diferentes actividades para mejorar la escasez de pienso. Entre ellas:
Indicador(es): número de agricultores que practican el cultivo doméstico de forraje; tasa de adopción (%); rendimiento del forraje producido.
Indicador(es): Superficie de los pastos sembrados; rendimiento del forraje producido; número de comunidades que cultivan pastos; tasa de adopción (%).
Indicador(es): superficie de los pastos rehabilitados; rendimiento de los pastos producidos.
Indicador(es): superficie de las tierras de cultivo en las que se practica la siembra intercalada; número de agricultores que practican la siembra intercalada en sus tierras de cultivo; rendimiento del forraje producido; tasa de adopción (%).
Indicador(es): número de árboles forrajeros plantados; número de agricultores que plantan árboles forrajeros en sus tierras de cultivo; tasa de adopción (%); y rendimiento del forraje producido.
Todo estos indicadores son indicadores indirectos. Se supone que están relacionados con los efectos directos (en este caso, la contribución de las prácticas de mejora de la escasez de pienso a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos). Se considera que todas estas prácticas de mejora contribuyen a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. Entre otras cosas, ayudan a: