RE: Evaluating agroecology: what is your experience? | Eval Forward

Estimada comunidad de EvalForward,

Muchas gracias por seguir esta discusión y participar en ella de forma activa. Me alegra mucho haber dado a conocer el Instrumento para la evaluación del desempeño agroecológico (TAPE) a algunos miembros y posibilitar así la difusión de buenas prácticas.

Algunos de los participantes en la discusión abogaron por integrar los criterios del TAPE en los marcos de evaluación ya existentes, en particular en los criterios del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Una posibilidad que consideré cuando escribí el artículo en el blog de EvalForward. Por ejemplo, se podrían armonizar los criterios del TAPE sobre productividad con criterios estándar de evaluación sobre eficacia e impacto; o ajustar los criterios sobre ingresos, valor añadido y resiliencia a los criterios de evaluación de la sostenibilidad económica, etc. Sin embargo, tras consultar a algunos colegas, concluimos que era preferible introducir el TAPE sin hacer referencia a estas consideraciones, en aras de una mayor claridad (también convinimos en que la armonización de algunos criterios puede ser objeto de debate). 

Algunos comentarios —de carácter técnico— se han transmitido a los desarrolladores del TAPE y a responsables de la FAO. Agradezco a Olivier Cossée y Laurent Barbut —entre otros— sus comentarios sobre la definición conceptual del instrumento y los desafíos que entraña. A pesar de las limitaciones y, tal y como indicó Anna Maria Augustyn, integrar un instrumento de evaluación y seguimiento como el TAPE “ofrece una alternativa a los enfoques de evaluación convencionales”, un aspecto ciertamente importante.

Algunos ejemplos concretos (¡y valiosos!) de posibles usos del TAPE mencionados en la discusión:

  • Utilizar los indicadores propuestos para la facilitación en comunidades rurales. Anna Maria Augustyn puso de manifiesto la falta de una plantilla adecuada de referencia cuando ha trabajado con beneficiarios de un proyecto en la elaboración de indicadores de forma participativa. El TAPE podría ser un recurso adecuado para tal fin.
  • Las directrices para la aplicación del TAPE incluyen cuestionarios de ejemplo en uno de sus anexos. Podrían ser adaptados a nivel local y utilizados por evaluadores (y otras partes interesadas) para elaborar sus propios instrumentos o cuestionarios.

Agradezco a Elias Kuntashula haber compartido su experiencia positiva sobre la utilización de los cuestionarios del TAPE en Zambia. Y a Malika Bounfour habernos hecho partícipes de la valiosa contribución del TAPE a la evaluación de un proyecto, con la inclusión del empoderamiento de las mujeres, el empleo juvenil y los conocimientos tradicionales en el análisis. Asimismo, agradezco a Anne Scarpitta y Jean Marie Ruhanamirindi haber compartido sus interesantes comentarios sobre el seguimiento de las prácticas agroecológicas en la República Democrática del Congo.

Por último, me alegra que algunos colegas —Paul Mendy y Kewe Kane, entre otros— estén dispuestos a probar los indicadores específicos propuestos por el TAPE. ¡Por favor, no duden en compartir sus resultados con nosotros!